viernes, agosto 25, 2006

En el dentista

Recostada en el sofá, observo mientras la doctora acomoda la lámpara y acerca su silla. De una charola que queda fuera de mi rango visual toma un instrumento desconocido y lo introduce en mi boca.

- ¿Qué es eso?

Las preguntas, los comentarios se suceden mientras la mujer intenta trabajar en mis molares. ¿Eso para qué se usa? ¿Son comunes este tipo de procedimientos? Sabe a menta. ¿Qué está haciendo ahora? Se siente diferente. ¿Cómo se llama ese instrumento? ¿Me va a poner anestesia?

(debo decir que hago muchas preguntas pero no me quejo)

La pobre se exaspera.

- Preguntas como una niña (creo que quiso decir: pareces una niña)

(Pausa)

- ¿Porqué?

(Suspiro)

- Porqué los niños siempre preguntan todo, quieren saber todo, no te dejan que les hagas nada hasta que les expliques lo que vas a hacer, si va a doler, preguntan qué es cada cosa, nunca se quedan quietos...

- ¿Los adultos no hacen eso?

- No, ellos generalmente te dejan trabajar...

(Yo, la verdad, lo tomé como un cumplido)

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