Carne
Durante la sobremesa, el legendario escritor habla de las cosas que más le gustan. Habla de su comida preferida. Habla de mujeres. Los otros hombres escuchan y asienten. Yo, sentada a su derecha, única mujer en la mesa, solamente escucho. Luego él sonríe y dice:
- Pero mi preferida es la carne del animal de uñas rojas.
Los demás asienten nuevamente y él toma mi mano. Sonríe mientras señala mis dedos, mis manos desarregladas:
- O de uñas blancas...
Yo lo miro. Toda la semana he calzado botas. Ese día ha salido el sol y me he puesto sandalias. Le señalo mis pies. Bajo el borde de la mesa, entre las tiras de piel plateada, se asoman los blancos dedos, coronados por dos hileras de uñas pintadas de un rojo oscuro. Las mira con sorpresa. Meditativo, susurra:
- Muy interesante.
Y sonríe de nuevo.
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