domingo, enero 30, 2005

Pesadillas

Manejando, doy vuelta en una esquina cualquiera. Un coche me embiste a toda velocidad, generalmente por el lado derecho, aplastándome. El vidrio de la ventanilla estalla en mil pedazos. Siento los fragmentos en mi carne, alzo los brazos instintivamente, el metal y el plástico se desbaratan y sólo espero la embestida final.


Mi cuarto se extiende, no tiene fin. Estoy en mi cama, con la luz apagada. En el otro extremo, donde debería estar el librero, sólo hay una oscuridad infinita.


Voy subiendo o bajando las escaleras de mi casa, rumbo a mi cuarto. En mi prisa, tropiezo. Veo lentamente como el piso se acerca mientras caigo. Me golpeo en la quijada. Se me caen todos los dientes. No sangro.


Mi hermano llora. Veo su rabia, su impotencia, su sentimiento. No puedo hacer nada. No puedo alcanzarlo.

2 comentarios:

Charlotte Sometimes dijo...

mmm, no se como decirlo sin sonar sensacionalista y macabra (o mala leche), pero a mi no me falla, siempre que sueño que pierdo los dientes, alguien se muere.

Raistlin dijo...

Sueños, Pesadillas, intensas que nos hacen reflexionar y dar gracias de estar vivos.